Los tractores de Case IH salen ahora de la fábrica de St. Valentin en Austria con un acabado de pintura mejorado, que es incluso más resistente al rayado y al óxido. La mejora es fruto de una inversión de 1,1 millón de euros en unas nuevas instalaciones de pretratamiento y de pintura en la fábrica, que se ha podido completar a pesar de los desafíos que ha supuesto el Covid-19.

Este proyecto nació al identificar en un estudio de mercado el interés del cliente por una pintura extrafuerte, ya que esta protege la superficie del metal del óxido. Trabajando con 24 proveedores especialistas, la fábrica creó un abanico de soluciones para antes, durante y después del proceso de pintura, consiguiendo producir un acabado más brillante y resistente a arañazos, grietas y herrumbre y, al mismo tiempo, con una capacidad de adherencia mayor sobre la superficie de metal.

“El tractor ha de estar absolutamente perfecto para recibir su pintura, esto es crucial,” dice Hannes Woegerbauer, el director de la planta. “Tras el prelavado mejorado, también hemos separado el proceso de enjuague para eliminar el exceso de detergente y una nueva cabina de precalentamiento elimina todas las moléculas de humedad calentando el tractor hasta la temperatura perfecta. Como resultado, la pintura se seca también desde dentro hacia fuera, consiguiendo que sea más estable, con una adherencia mucho más firme que previene la oxidación".